En 2050, casi todos los vehículos que circulen por nuestras carreteras deberán ser de emisiones cero. Nuestra Ley del Clima lo exige, nuestras ciudades lo demandan y nuestros fabricantes se están preparando para ello.
Ahora mismo, los camiones y autobuses son responsables de más de una cuarta parte de las emisiones de gases de efecto invernadero del transporte por carretera, y de alrededor del 6% de todos los gases de efecto invernadero emitidos en Europa. Además, el 99% de los camiones y autobuses que circulan actualmente por nuestras carreteras tienen motores de combustión interna, y todos son diésel. Esto los hace muy dependientes de los combustibles fósiles importados, y también contribuye de forma importante a la contaminación atmosférica. Aún así, más de 300.000 europeos mueren cada año prematuramente a causa de la contaminación atmosférica.
Nueva norma más amplia
Hasta ahora, nuestra legislación para este Sector sólo abarcaba los camiones pesados. Ahora, proponemos ampliar el ámbito de aplicación: camiones pequeños y grandes, autobuses urbanos, autobuses de largo recorrido y remolques. Los remolques como tales no tienen emisiones, obviamente, pero al establecer requisitos más estrictos para su eficiencia energética (aerodinámica principalmente), ayudarán a reducir las emisiones de CO2 del camión principal, y permitirán recorrer distancias más largas cuando funcionen con motores alimentados por baterías o pilas de combustible alimentadas con hidrógeno.
Y gracias a este alcance más completo de la legislación, veremos beneficios más amplios: reducción de la contaminación atmosférica y mejora de la calidad de vida y la salud de nuestros ciudadanos.
Al igual que la legislación sobre turismos y furgonetas, sólo afecta a las nuevas matriculaciones, para los camiones y autobuses que salgan al mercado en el futuro. Esto significa que las flotas serán gradualmente más limpias, a medida que los vehículos sean renovados por sus operadores.
Nuestro objetivo es bastante claro: todos los camiones y autobuses tendrán que dirigirse hacia un futuro de emisiones cero. Será un cambio gradual: para 2030 exigimos que emitan un 45% menos que en 2019, en 2035 tendrán que ser un 65% menos y en 2040, un 90% menos que en 2019.
Todos los camiones y autobuses tendrán que dirigirse hacia un futuro de emisiones cero
Los objetivos se basan en la flota, por lo que los fabricantes deben cumplirlos como media de toda su flota. Por tanto, un 90% en 2040 significa que la inmensa mayoría de los nuevos camiones y autobuses de largo recorrido que salgan al mercado serán de cero emisiones, propulsados por baterías, pilas de combustible o incluso motores de combustión interna alimentados por hidrógeno.
En algún momento tendremos que pasar a un objetivo del 100%, pero en este momento todavía no podemos decir cuándo todos los usos de camiones y autobuses podrán ser de cero emisiones con las tecnologías actualmente disponibles, especialmente cuando se trata de circunstancias de conducción difíciles, como montañas muy pronunciadas y condiciones de hielo. Como alguien que utiliza un coche eléctrico muy a menudo, sé que las bajas temperaturas hacen que la batería dure menos. Hay que tener en cuenta estas condiciones en algunas partes de Europa.

